Rumania y el Mundo Hispano

EUROPA SE

TESTAS REALES DEL SUR-ESTE EUROPEO: EN BUSCA DEL REINO PERDIDO

La implosión del imperio soviético que terminó también con los regímenes adictos instalados en la Europa Central Estica, despertó junto a las ansias independentistas de los países de la zona, viejas ambiciones monárquicas que parecían condenadas a continuar un exilio interminable en algunas capitales europeas. Desde la época de Franco era Madrid una de las preferidas, puede debido al fácil desplazamiento hacia el eterno París, centro de reunión de cabezas coronadas, herederos y familiares de sangre azul, siempre emparentados en mayor o menor grado.

YUGOSLAVIA,

O lo que ahora queda de la misma está en la mira de la familia real que espera, al igual que sus parientes de otros países y también alejados del trono como consecuencia de la Segunda Guerra, acceder nuevamente a las riendas nacionales o, en el peor de los casos si este sueño no se realiza, que se le devuelvan haberes y propiedades confiscados por las autoridades comunistas.

En el caso yugoslavo una rehabilitación aún parcial se aprecia ilusoria si se considera que el autócrata Milosevici pudo ser acusado de todo tipo de inclinaciones, menos de promonarquista por lo que durante su gestión no hubo apertura alguna hacia ese sector.

A pesar de la caída de Milosevici y la llegada del otrora oponente, Voislav Kostunita en Serbia, los representantes de la realeza interbélica siguieron con su modesta presencia en el reducido país- ahora denominado Unión de Serbia y Montenegro-.

La familia real se muestra hoy interesada en la escena política a través de la anunciada candidatura a la presidencia vacante de la princesa Jelisabeta Karadjordjevic, hija del principe Pavle que ofició como regente en el periodo 1934-1941 , luego del asesinato de su primo Alexandru I.

Una candidatura sin mayores posibilidades pues la princesa es una desconocida y su „ saludo a la bandera „, más se aprecia como una demostración del pragmatismo de los descendientes de sangre azul, que , reconociendo el orden republicano pueden acceder a reparaciones históricas de apellido y bienes.

BULGARIA,

Simeón II de Bulgaria, hijo de Boris III, también emparentado con la realeza británica,ya anciano y con decenas de años apartado de su reino aparece como simpatizado por su pueblo, pero esto no entraña que la idea de restablecer la monarquía predomine entre la población.

Por lo menos, todo indica que una transición difícil y que se prolonga coloca la atención de los búlgaros en problemas más inmediatos y prosaicos y no está a la orden del día el problema del retorno del viejo monarca o su descendencia a las prerrogativas reales.

Simeón envió como vanguardia a los gobernantes post comunistas , a uno de sus hijos, que ocupó la posición de consejero y colaborador directo de las autoridades de Sofía.

Los gobernantes búlgaros respondieron positivamente y permitieron al ex monarca visitar libremente su país y gestionar un proceso de devolución de sus bienes perdidos o al menos una parte de los mismos.

Luego el pragmatismo de Simeón lo llevó por caminos republicanos, existiendo movimientos cívicos que buscaron convencerlo para que deponga su candidatura a la presidencia. Este camino le fue también ofrecido a su vecino, Miguel I de Rumania, quien ni siquiera aceptó recibir al emisario que llevó la propuesta a su real residencia en Suiza.

Por ahora Simeón en un ir venir Madrid -Sofía, acabó formando su propia tienda política , „ Movimiento para Simeón II” y alcanzó el premierato republicano en Bulgaria.

Su conversión republicana lo puso a la cabeza de una gestión reformista que acerca a Bulgaria a la OTAN y a la UE, apreciada por occidente pero no por sus ex subditos hoy gobernados y que aparecen como dispuestos a retirarle su apoyo al ex rey. Incluso la tienda por él formada se ha dividido.

Simeón se declara desilusionado y ya próximo a terminar su periodo , anuncia su retiro de la política activa.

Reinar pase, gobernar –es como demasiado-, es el legado de Simeón de Saxa-Coburgo-Gotha.

RUMANIA,

Miguel I de Rumania, el " rey niño " como fue catalogado en su tiempo por el mariscal Ion Antonescu, jefe de gobierno que luchó al lado de la coalición hitlerista, ha intentado por vías democráticas volver al trono pero sin éxito.

Perteneciente a la dinastía de los Hohenzollern mantuvo su renuncia a esta casa, gesto expresado por sus antecesores para marcar su dedicación y lealtad a su nuevo país, Rumania.

Miguel fue factor aglutinador de la conspiración que apartó a Antonescu del poder y logró un vuelco en la situación de Los Balcanes al denunciar la alianza con el Eje y poner a las tropas rumanas de parte de los aliados.

En 1947, Moscú y sus aliados nativos le obligarán a renunciar y luego de un periplo americano y europeo terminará estableciéndose en Suiza. La nueva administración, instalada luego del fusilamiento de Ceausescu, en 1989, actuará con recelo frente a una posible restauración monárquica y pondrá trabas a un regreso real. Un intento de entrar, pasajero en un vuelo particular, será abortado en el aeropuerto internacional de Bucarest, alegándose la falta de visa en su pasaporte suizo (a Miguel le fue retirada la nacionalidad luego de su abdicación y abandono del país).

Otra intentona tendrá éxito y el arribado monarca será objeto de desbordantes manifestaciones de afecto popular que le acompañarán durante toda su estadía en el país natal. Fue su mejor momento, desde entonces visitó el país con regularidad y terminó estableciéndose acá.

Tuvo una luz de esperanza de nuevo reinado con el resultado de las elecciones presidenciales y parlamentarias de 1996 donde triunfó una coalición conservadora, a la cabeza con Emil Constantinescu y el sostén de fuerzas monarquistas. Pero el mandatario se desdijo pronto de sus simpatías por el monarca y se delimitó presta y públicamente de toda intención de traspasar el poder a Miguel, tranquilizando de este modo a los partidos republicanos que predominan en la oposición política y entre las propias filas gobernantes.

Desde entonces hasta hoy las relaciones de la casa real con los regímenes republicanos que se han sucedido han mejorado. El ex monarca interponiendo sus buenos oficios y relaciones ante las cortes reales europeas para sostener la integración de Rumania a occidente.

De crítico abierto , Miguel ha pasado a una colaboración fructuosa para todos los implicados. Ha visto como se le devuelven propiedades y roles activos en la escena nacional, goza de las ventajas convenidas a un ex jefe de estado -indemnizaciones monetarias, vivienda, protección personal-.

Ha nominado a una de sus hijas, la princesa Margareta como sucesora de su dinastía. Nunca se sabe…

El padre de Miguel, Carol II, ha sido recientemente enterrado en terrenos de la capilla real en Rumania, no junto pero sí a pocos metros de su amante, Sisi Lambrino , ambos muertos en el exilio. Esta, sin sangre real, no accede al rango de su amor, al que sobrevivió por largos años en Portugal.

La Gran Oportunidad Perdida:

Un monarquista ferviente, Gran Maestro Masónico , hoy fallecido, Dan Amadeo Lazarescu, senador liberal, revelaba recientemente ante la opinión pública su amargura por el fracaso del retorno real de Miguel a Rumania.

Lazarescu descubría para los interesados en los avatares de la familia real, como Miguel había dejado pasar su momento histórico: luego de iniciadas las convulsiones de Diciembre de 1989 que llevaron a la fuga, arresto y ejecución de Nicolae Ceausescu y su esposa Elena (quienes gobernaron gozando de muchas más facultades que las de un simple rey, pero será otro capítulo) , el Gran Maestro ofició a Miguel I -a través del primo de éste, el rey Juan Carlos de España- para gestionar su regreso urgente a Rumania y puesta a la cabeza de la misma. "Lamentablemente -narra el senador liberal- no retornó en esas circunstancias.

Estaría reinando o quizás fusilado, pero con esa señal no habríamos caído en el caos de hoy". Esto expresado por Lazarescu anecdóticamente, sin asomo de crítica. No se permite el autor de las confesiones catalogar el accionar de su rey.

ALBANIA.

Leka I, el rey más alto del mundo (dos metros y algunos centímetros) protagonizó un retorno sin gloria, semejante al actuar de su exilio.

Leka, cuya edad no logra doblegar su estatura física ha vivido exiliado desde su más temprana infancia. Una gran parte de su vida establecido en Madrid, en medio de gran discreción, debida más que a su azul ascendiente a sus actividades comerciales centradas en el comercio con armamento.

Sabido que este negocio es uno de los más suculentos del mercado y Leka rozó muchas veces la ilegalidad traspasando la línea demarcatoria y colocando en mal pie a las autoridades ibéricas, firmantes éstas de compromisos internacionales al respecto.

Por ello y posiblemente, con dolor real, su primo Juan Carlos de Borbón, hubo de ponerlo en la frontera, sin escándalo. La otra posibilidad era declararlo persona no grata con los consiguientes comentarios mundanos. Como no se ponía en juicio el renunciar a tan rentable actividad donde, si pierdes tu posición es difícil recuperarla ante una competencia inmisericorde, Leka de Albania, a mediados de los años ’70 se radica en Africa del Sur, continuando sus quehaceres.

El Retorno.

En los ’90 el rey albanés decide -probablemente apurado por un no muy complaciente Mandela- que es la hora de hacer prevalecer sus derechos y aterriza en Tirana donde es recibido por entusiastas partidarios que saludan su llegada viendo en ella una probable solución a la prolongada crisis que afecta al país.

El alegrón fue efímero. La segunda o tercera reunión popular convenció a Leka que no eran abispas las que silbaban junto a sus reales orejas y que dada su estatura, al igual que a Charles de Gaulle, resultaba difícil encontrar guardaespaldas que pudieran cumplir con las medidas que protegieran su vida.

En Albania y posiblemente con el concurso de alguna de sus reales empresas existían demasiadas armas y con seguridad éstas no estaban sólo en manos de sus adictos.

Luego de dos semanas el gigantesco monarca retornaba a su exilio africano. Desde entonces lo que de él se sabe no es rosa. Se vio obligado a echar manos a sus reservas regias pues el régimen surafricano, aunque sin impedirle su rentable comercio le obligó a restringir el monto del mismo y como ya no está entre primos y tíos, los desembolsos por conceptos de protección y residencia aumentaron en forma considerable. Tanto que , Leka ha insistido , con éxito, en volver en forma menos aparatosa a su patria.

Ahora, Leka I, hijo de Ahmed Zogu, en su tercer regreso es aceptado en Albania e intenta en modo discreto, ser una figura en el panorama de su país.

Lo apoya un Movimiento para la Legalidad y ha recibido reconocimiento y regalías para él y su familia, la reina Suzana I Zogu y el príncipe Leka II Zogu.

Su padre , el ex rey , fallecido en París podrá ser inhumado en Tirana.

Epílogo. La Historia Pasó Por Mi Lado -esto no lo dijo un rey- pero puede aplicarse a las esperanzas de aquellos que un día reinaron o estuvieron destinados a hacerlo, en la batalla entre flujo y reflujo, quedaron por largo periodo, prisioneros en esta última fase.

A.N.

Junio, 04.

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