Rumania y el Mundo Hispano

SOCIAL - MUNDANO

RUBIAS: UNA APROXIMACION PSICOLOGICA

Consideradas Tontas

Estudios sobre el tópico invaden las primeras planas. Las rubias , supuestamente tontas y atractivas son disecadas intensamente.

Un sicólogo tedesco se esfuerza en demostrar la invalidez genética de los argumentos de empecinados que atribuyen a los cráneos con cabelleras rubias una escasez de sesos correspondiente. El mismo nos dice que estos prejuicios han llevado a reacciones más tardías de las afectadas debido a la inseguridad de éstas a la hora de tomar decisiones , afectadas por la imagen que se ha construído sobre ellas.

Lo que ahora nos preocupa no es la ya tradicional opinión de la sonsera característica de las rubias,hecho que no aparece como en desmedro del número de las féminas que sueñan con lucir amarillas testas . Esto que puede destacar como un contrasentido-pues a nadie le gusta ser catalogado de sonso-, no lo es tanto si analizamos otros estudios que hacen hincapié sobre otras caracaterísticas igualmente señaladas de las blondas.

Valgan los informes sobre el tema del psico-sociólogo Vargas-Cárdenas, de la universidad de La Trapananda y especializado en Moldavia. En sus papeles, el profesional, profundizando otros ángulos y el deseo, ampliamente probado de las hembras y no sólo ellas, por ser rubias, establece raíces freudianas tanto en esta aspiración como en el comportamiento sexual de las rubias original.

Según el profesor, que renuncia a una visión simplista del fenómeno, para aprehender éste se debe recurrir a otro lugar común del folclor internacional: la rubia es buena para lucir pero con mal rendimiento en la cama.

Lerdas en el Amor Buscan Superarse

Basándose en esta aseveración, que no contradice sino que cambia las áreas comprendidas por los estudios del profesor Forster en Bremen y las conclusiones del también psico-sociólogo Giorgio Agostini, Vargas-Cárdenas establece que la rubia sufre un complejo láuntrico por esta atribuida inferioridad erótica lo que la conduce no como podría pensarse a teñirse el cabello sino que, siempre de acuerdo al informe, a tratar de imitar las bondades de sus rivales morochas en el amor.

Las rubias aparecen como conscientes de que son favoritas en la lucha por conquistar las atenciones del sexo opuesto. Más lerdas o no, siguen a la cabeza de las preferencias del varón. Entonces-concluye el estudio- no se trata de perder esta ventaja natural sino que alcanzar y si es posible superar los rendimientos de las morenas, certificadas por la voz popular como mejores en el juego sexual.

El problema –según los especialistas, es que este accionar influenciado por la libido freudiana, tiene su base en un claro complejo de inferioridad afianzado en un patrón de rendimiento real o no. Esto en sí no invalida una conducta. Un complejo de inferioridad superado puede ser fuente de una conducta exitosa y de satisfacción del luchador que se mejora a si mismo.

Lo negativo es llegar al extremo de esta conducta deseada. Es decir, buscando apropiarse de las bondades atribuídas a la morena la rubia arriesga caer en la perversión. Se ve obligada a demostrar que no es frígida, poco atenta a los placeres sexuales hoy predominantes más que en ninguna época anterior moderna: Asume que no es la hembra negra, reina indiscutida del sexo primario y pleno; tampoco es la morena, que suma al ofrecido por la negra los refinamientos de una sexualidad lujuriosa; la rubia tiene sólo la imagen de su belleza etérea, asociada ya por los pueblos antiguos a las divinidades poco afectadas por comezones de hormonas.

Un ejemplo contundente de esta imagen de pureza de lo rubio es el Cristo occidental. De moreno y basto miembro de la tribu de los nazarenos, la imaginería lo presenta con azules ojos, rasgos griegos y rubias guedejas sobre sus hombros. Nos entrega la idea de pureza idealizada.

La crítico de arte británica, Joanna Pitman, en un estudio sobre el caso nos da el ejemplo trágico de la princesa Diana de Gales con su deambular que intenta combinar lo divino y lo profano.

Castaña al contraer matrimonio real, luego de su separación se vuelve cada vez más rubia mientras efectúa una frenética búsqueda de su felicidad en los brazos y camas de futbolistas, cantantes, actores, modistos y que finalizará dramáticamente en el automóvil de un millonario árabe. Este hijo del levante, por supuesto enloquecido por las rubias, será su postrera pareja.

Diana morirá como tratando de demostrar al mundo que es una mujer pura y rubia y a la vez tan apta como sus rivales morenas, en el arte de atraer a sus brazos al sexo opuesto.

Los estudios, no conclusivos, que ahondan esta faceta,sobre las diferencias que existirían entre rubias y morenas y relativas a la agilidad mental, inteligencia, sexualidad, están de actualidad. La investigación es positiva pero el tema muestra que hay mucho que bucear y lo que esté en las profundidades puede deparar sorpresas no siempre agradables.

F. Perrier Matus.

Sexólogo Consultante.

 

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